El 30 de enero es el cumpleaños del sucesor Felipe, pero pasará con menos pena y gloria, que en otras ocasiones, porque estamos en periodo de elecciones, se dice, y porque ha habido empacho con el cumpleaños del patrón real. Ahora toca cerrazón en la Zarzuela. Unas fotos familiares serán suficientes.
Las fotos familiares, que no pasan de 10, son de rodaje, se nota que son para la galería. Se trata de “hacer ver que la real familia es lo que, en esta ocasión, toca que sea” Parece que, como actores contratados, están haciendo un anuncio. Hay mucho fingimiento, no son escenas naturales, sino forzadas.
Para dar el toque hogareño les han puesto ropa como de “andar por casa”, mesa camilla, sillón, cortinas sin planchar… todo en un rincón para que parezca más recogido. Las niñas se entretienen con cuentos – ¡“menudo cuento”!-, papa muy del montón con jersey a la caja, pantalones de mercadillo, sin corbata, un poco “cocinilla” y la mamá con sweter “todo a cien”, enseñando a leer a Leonor. Mucho marrón. No podía faltar el paseo por el jardín: mamá empujando la sillita y papá enseñando a montar en bici. Parecen fotos de “Cuéntame”.
¡Que no!, que por mucho que se esfuercen son distintos a los españolitos, que no son siempre iguales, que van del protocolo y estiramiento reverencial a la falsa normalidad.
Y es que en esta ocasión no tocaba glamour sino vulgaridad cutre.
“Lecturas”, “Diez minutos”, “Hola” con foto de Felipe y el cuñado, ambos de “quintos”cuarentenos, “Semana” … Todas hablan de felicidades, intimidad, hogar, padres felices, pero no se prodigan mucho. Todo queda en unas pocas fotos. Imagen de austeridad. ¡Con el interés que tienen las marujas españolas por saber que le regalará Leticia, que sigue desnutrida!
Mi amigo Receswinto, “Reces”, dice que en la hogareña escena Leticia debería llevar delantal y Felipe zapatillas y bata.
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