martes, 17 de junio de 2008

La miembra

La ministra de igualdad, que igual da lecciones de gramática o gramático, ha propuesto o propuesta una iniciativa o iniciativo que va camino o camina de convertirse en una auténtica ridiculez o ridiculeza. El incluir la palabra o palabro “miembra” en la Real o Reala Academia o Academio de la lengua o lenguo es tan estúpido o estúpida y tan cansino o cansina como redactar un artículo o artícula como éste o ésta que están leyendo... (o leyenda).


Bibiana Aido, por razones de cuota ministra de Igualdad, Ministerio que no hacía falta, ha comparecido recientemente en el Congreso. Era la primera vez que lo hacia y quiso llamar ostensiblemente la atención con el visto-bueno de Zapatero. Llegó decidida, de meditado y consciente color rojizo, zapatos caros, bolso gigante a falta de cartera, orgullosa, con las gónadas bien colocadas, a provocar a la audiencia del hemiciclo y a todos los españoles. Lo ha conseguido. Su intervención ha sido materia necesaria en todos los medios de comunicación.

Tuvo la lengua larga durante 20 minutos, pero ha tenido que acortar sus orejas para no escuchar las interminables flemas mediáticas durante una semana, aunque, ¡quien sabe!, a lo mejor, a lo mejor, es que le gusta, como mínimo, que le silben.

Para empezar se dirigió a “ministros y ministras, como señoríos diputados y señorías diputadas, miembros y miembras de esta comisión….” En ese momento a Zapatero empezó a caérsele la baba: ”Esta chiquilla…esta chiquilla…”, mientras a la mayoría le pareció una ñoñería de niña pija malcriada.

A continuación, presentó su “Plan Integral sobre la masculinidad” para combatir la violencia de género con la puesta en práctica de una nueva línea telefónica a la que podrán recurrir los varones cuando quieran desfogarse de sus impulsos más violentos, de tal forma que ayudará a canalizar su agresividad, en vez de recurrir a la violencia. El Pan incluirá la ampliación del permiso de paternidad a un mes, una nueva “Ley de Igualdad de Trato”, la mejora de las condiciones laborales de “las que tienen que servir” y la creación de un monumento que recuerde a todas las víctimas de la violencia de género. Para todo esto dispondrá de 43 millones de € y un aguerrido equipo de colaboradoras, exclusivamente mujeres.

Y es que la ministra, montaraz, heroína de la Igualdad, pretende cambiar el lenguaje y vocabulario político distinguiendo “las” de “los” (ellas por delante, siempre), “ellas” y “ellos”.
¡Ah, si estuviera don Emilio Castelar, con su vozarrón y su fina ironía! La iba a trocear en oblicuo, antes de hacerla picadillo.

Lo que ha pasado es que Bibiana ha ido al Congreso como si fuera la sede de su asociación local de “Mujeras Radicalas Resentidas”.

El origen de esta actitud está en Andalucía. Algunas socialistas andaluzas han formado un bloque de feministas radicalizadas, denominado "Colectivo de Jóvenas Feministas" -así como suena-, lideradas por Lourdes Pastor, porque Zapatero –hay que decirlo- tiene en Andalucía un plantel de atrevidas, que ha empezado a trasplantar a Madrid. Son tan radicales y están tan crecidas, que van a por todas.

Bibiana es la punta de lanza de ese “grupete” andaluz. La moza, desde su flamante nuevo ministerio ha preparado la primera andanada, que disparó en el Congreso, apuntando a la línea de flotación: el lenguaje. Estas socialistas aspiran a destrozar el lenguaje, tratando de imponer palabras como "lideresa", "marida", "miembra" y "jóvena", “mujera”, exigen la paridad en la Real Academia Española de la Lengua (RAE), donde sólo hay tres mujeres entre sus 43 componentes, piden al gobierno que multe a los que emplean el lenguaje sexista, están dispuestas a luchar para eliminar este lenguaje y erradicar expresiones que consideran humillantes para la mujer, como "Buenas noches, señores".

Quieren, también, revisar todo el lenguaje y quitar nada menos que la influencia del latín, "que nos supone un lastre", porque "el lenguaje está construido desde un sistema social patriarcal y, por tanto, es injusto y desequilibrado". Han propuesto al PSOE que así lo recoja en su programa electoral, "dado que ha sido este partido político el que ha cuidado a las organizaciones feministas".

Todo se queda en la casa socialista.

La presidenta feminista, Lourdes Pastor, a la que alguien ha pedido que, consecuente con lo que predica, cambie el apellido Pastor por Pastora, alcanzó el climax combativo cuando exigió al poder político socialista que vele por el cumplimiento de la Ley de Igualdada través de inspecciones que sancionen aquellas actuaciones que no se atengan a la ley, de la misma manera que se sanciona a la ciudadanía por aparcar mal un coche", que el latín no vale porque “se forjó en una época en la que las mujeres éramos esclavas y eran los hombres los que decidían y concentraban todo el poder”.

A los andaluces los dejó acongojados. Hace tiempo que algunos de ellos, lingüistas, se sobrecogieron al conocer por los medios de comunicación la furia de estas feministas de batalla y acusaron: “Combaten la agresividad de género, pero se manifiestan agresivas gramaticalmente”.

Los medios de comunicación y, sobre todo, la blogosfera le dispararon a la ministra también con las mismas armas: la gramática. Recojo algunos adjetivos, los más significativos y menos groseros, porque hay de todo. La llaman: impresentable, prepotente, ignorante, bárbara. zopenca, analfabeta, borrega, sin cerebra, chiquilicuatra, majadera, paleta, tonta del bote, inculta, mediocre, cabeza hueca, mujer florero, taruga, berdina y uno muy castellano, burra….

Bibiana, constatando su error, dijo no entender cómo se ha formado tanto lío por usar la palabra "miembra', pues “ sólo fue un lapsus provocado por mi reciente visita a una cumbre en Latinoamérica, donde se utiliza una terminología similar y no estaría de más que se introdujera en Diccionario español, pues hay palabras como determinados anglicismos, por ejemplo 'guay' o 'fistro', que no tuvieron tantos problemas para ser recogidas por la Real Academia de la Lengua (RAE)

El que fue vice-director de la RAE hasta el pasado mes de diciembre, Gregorio Salvador, le negó se utilizara en hispanoamérica y le echó en cara que “ la ministra no cometió un error, sino que utilizó el término conscientemente, porque es defensora de todas esas mandangas, de esa confusión de sexo y género y, si no es un error, es una estupidez".
El académico continuó: “esta ministra es un digno producto del actual sistema educativo, LOGSE, que tanto tiene en contra de cualquier género de sapiencia. Parece que sus maestros y maestras no le han enseñado que existen otros mecanismos para distinguir los géneros que los morfemas -o y -a o que el sexo y el feminismo no tienen nada que ver con la gramática. Desde Lebrija el castellano tiene una gramática para el uso correcto de la lengua”.
La RAE, desde la tarima, también ha dado su explicación, elegante y categórica: “El planteamiento de la ministra choca con dos principios de la lingüística. El primero es el de la arbitrariedad, que consagra la separación entre lengua y la realidad referida por ella. Las lenguas funcionan al margen de toda ideología. El segundo principio es el de la distinción entre lengua y habla. La lengua es el conjunto de recursos idiomáticos de una determinada comunidad, y el habla, las expresiones concretas que utilizan sus miembros.
Es lo que ocurre con la defensa de las dobles formas de los sustantivos, que lleva a hablar de "los padres y las madres", "los niños y las niñas", "los vascos y las vascas" y ahora "los miembros y las miembras", como si el masculino genérico fuera un ardid para perpetuar la discriminación de las mujeres y no un rasgo natural de la lengua, fruto de la desaparición del género neutro del latín.
El género es una categoría morfológica que no tiene conexión alguna con el sexo. El masculino genérico responde a la necesidad de expresar el mayor número de ideas con el menor número de palabras y a ahorrarse repeticiones. En las lenguas con género, el término no marcado es el masculino y el marcado es el femenino, es decir, el masculino incluye el femenino o no indica nada de él.
Los castellanohablantes utilizamos el género para clasificar los sustantivos y establecer las concordancias. Así que el hecho de que no se mencione expresamente a las mujeres no significa que no estén comprendidas. Dicho de otro modo: el masculino genérico no es discriminatorio. Al contrario, lo que, paradójicamente, puede resultar discriminatorio es el uso del doblete genérico. Este es el efecto perverso de la manipulación del género con voluntad antidiscriminatoria.
El problema del sexismo no reside en el lenguaje, sino en la sociedad: las discriminaciones lingüísticas no son más que el reflejo de las desigualdades sociales, incluidas las que sufren las mujeres. Si queremos acabar con ellas hay que cambiar la realidad, no el lenguaje que los hablantes se han ido dando durante siglos”.

¡Toma gramática, Bibiana!

Seguro que la ministra lo tendrá que leer varias veces, porque posee un raquítico currículo académico, a saber: Tiene un título de Formación Profesional y la gerencia de un Instituto andaluz, dedicado a la promoción del cante jondo, donde no se precisaba ningún doctorado en Harvard. Ella dice que “ha sido cocinera antes que fraila", pero tampoco ha enseñado ningún título de cocinera, aunque mejor estaría de cocinera.

La respuesta de estas radicales hembistas a la Academia ha sido: “Ni caso, porque la RAE está formada por un grupo de retrógrados machistas que anquilosan la lengua. La Academia no es absolutamente nadie para decirnos a los hablantes cómo debemos hablar, ni lo que podemos o no decir”.

Qué atrevida es la ignorancia! La incultura de España, de repente, ha subido de nivel de una manera escalofriante
Es el triunfo del lenguaje políticamente correcto y gramaticalmente nefasto que en los últimos años ha alcanzado el ridículo, tal como utilizar la arroba como signo neutro que englobe a ambos géneros: "estais tod@s invitad@s”, por ejemplo.

¡Ministra, atiende!: Doris Lessing, fundadora del feminismo moderno y Premio Nobel de Literatura 2007 cree que “el feminismo radical se equivoca al enfrentarse con autoritarismo al macho y a la cultura, ya que es más positivo incorporar al hombre como aliado”. Agrega que, “por la vía radical y autoritaria, el feminismo se crea enemigos innecesarios y se convierte en un movimiento inquietante e impopular”.

Algunas reacciones de la blogosfera:

Un bloguero agudo y creativo ha propuesto una lista de profesiones a las que habría que cambiar el nombre en el caso de que las desarrollen hombres. Son estas: Economisto, acróbato, trapecisto, equilibristo, contorsionisto, tenisto, ciclisto, estenotipisto, recepcionisto, fisonomisto, estilisto, guío, guardio civil, policío, persianisto, pensionisto, estuquisto, marmolisto, logopedo, modelisto, ebanisto, proyectisto, patronisto, almacenisto, gruisto, ordenanzo, ascensoristo, taxisto, maquetisto, comisionisto, masajisto, humoristo, ilusionisto, atrezzisto, lingüisto, transportisto, analisto, urbanisto, genetisto, taxonomisto, documentalisto, anatomisto, fiscalo, caricaturisto, copisto, foquisto, genealogisto, etimologisto, infografisto, transformisto... deportisto, marmolisto, periodisto, maquinisto, chapisto, socorristo, ferrallisto, motoristo, tractoristo, escayolisto, esteticisto, ortodoncisto, interioristo, especialisto, tallisto, fisioterapeuto, higienisto, optometristo, electricisto,

Otro bloguero propone, ante la creciente incorporación de la mujer en el Ejercito, incluida su ministra, la Chacón, el cambio al femenino de los distintos empleos del Ejercito, así pasarán a nombrarse las siguientes categorías:
SOLDADO - SOLDADA
CABO - CABA
CABO FURRIEL - CABA FURRIELA
SARGENTO - SARGENTA
En cambio, BRIGADA habría que cambiarlo por BRIGADO
ALFÉREZ - ALFÉREZA
TENIENTE - TENIENTA
CAPITÁN - CAPITANA
COMANDANTE - COMANDANTA
TTE. CORONEL - TTA. CORONELA
CORONEL - CORONELA
GENERAL – GENERALA
Y en cargos eclesiásticos -líbrenos Dios de los malos pensamientos-:
DIÁCONO - DIÁCONA
SACERDOTE - SACERDOTA
CANÓNIGO - CANÓNIGA
PREBÍTERO - PRESBÍTERA
VICARIO - VICARIA
DEÁN - DEANA
OBISPO - OBISPA
CARDENAL - CARDENALA
NUNCIO - NUNCIA
ABAD - ABADA
PRIOR - PRIORA
RABINO - RABINA
IMÁN - IMANA


Otro, lanza este ripio:
“Esta ministra de cuota
que ha nombrado zapatero
no solo parece idiota
es que cuando abrió la boca
lo confirmó por entero

Habló de miembro y de miembra
la ministra de “Igual da”
del gobierno y la gobierna
de entrepierno y entrepierna
todo para despistar
a todito el personal,

pues la crisis es tremenda
y como ya no cuela Irak,
ni el bigote de Aznar,
pues que hable esta flamenca

Exprimiose la cerebra
pariendo nueva vocabla
la moza de la pesebra
y sonrojóse hasta el Guerra
que nunca se sonrojara

“No me juegues con el miembro”,
le espetó a la mozuela,
“y si parezco violento
debes dar gracias un ciento
de que se haya muerto Cela”.

Cela si le hubiera dado un buen repaso.

¡Bueno, bueno, al paso que llevamos…, quien sabe!
Si en la actualidad el término “miembra” no está incluido en el diccionario y es considerado incorrecto, puede que en un futuro se generalice y dentro de un tiempo pueda ser "normal", como el caso de "médica", que al principio sonaba "mal". La lengua cambia. La última palabra la tiene siempre la gente.
En fin, una inocentada en el mes de junio.

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