Un año más SM leyó el sermón dormilón de Navidad, rodeado del Belén, el abeto, bandera y foto de la triunfante selección futbolera.
Lo más original: Hizo un llamamiento –¡Eeeeeeehhhhhh…!- a la unidad para hacer frente a la crisis. Idea muy novedosa.
Habló de “arrimar el hombro”, expresión castiza y popular, que él nunca ha practicado y de “tirar del carro”, cuando él siempre ha ido montado.
¡Manolo!, ¿donde está el carro?
Habló de “arrimar el hombro”, expresión castiza y popular, que él nunca ha practicado y de “tirar del carro”, cuando él siempre ha ido montado.
¡Manolo!, ¿donde está el carro?
Nada nuevo sobre el contenido del sermón, porque se lo escriben con mucho tiento y tampoco sobre la forma, que, como siempre, es de reiterativo soniquete.
Lo cortés no quita lo valiente: ¡Feliz Navidad!
Lo cortés no quita lo valiente: ¡Feliz Navidad!
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