sábado, 5 de julio de 2008

Ingrid Betancourt liberada

El ejército colombiano ha liberado a Ingrid Betancourt tras 6 años de secuestro por las FARC. La noticia ha conmocionado a Colombia y ha dado la vuelta al mundo. Sin embargo, datos mediáticos y el sentido común indican un “run-run” de fondo, porque todo suena a servicios secretos, CIA, operación “conjunta” para conseguir “algo” y otras cosas.


Desde agosto pasado “se trabajaba” en un intercambio de 45 rehenes, entre ellos Ingrid y tres contratistas norteamericanos, por 500 guerrilleros. En ello estaban Chávez y Sarkozy. Uribe, presidente colombiano, era reacio, a remolque de las conversaciones, duro de pelar, pero consintió la participación de Córdoba, senadora del partido liberal en la oposición. La CIA, tentáculo de Washington, mientras tanto, planeaba por la selva.


El otoño pasado fue muy movido: plazos, pruebas de que los posibles canjeados estaban con vida, compromisos, zona desmilitarizada, contactos en la Cumbre Iberoamericana de Chile…… En todo esto, Chávez, llevaba la voz cantante. En noviembre Córdoba puenteó a Uribe poniendo en contacto, teléfono en mano, al general colombiano Montoya con Chávez. Uribe, testarudo y desconfiado, se molestó, montó en cólera y cortó por lo sano. Marginó y deslegitimó al tandem Córdoba-Chávez y el consiguiente proceso de canje.


De resultas, la entrevista que preparaban el jefe guerrillero “Iván Marquez” y Chávez con el “jefazo” de las FARC “Tirofijo”, teniendo la aprobación de Sarkozy y el recelo de USA, quedó cancelada.


Tres muertes pudieron complicar o facilitar el proceso:



Primera: en marzo fue abatido Luis Edgar Devia Silva, “Raúl Reyes” durante un bombardeo por parte de las fuerzas militares colombianas a su campamento guerrillero ubicado en Ecuador, cerca de la frontera colombiana. Edgar Reyes era primer miembro del Secretariado de las FARC, uno de sus siete dirigentes más importantes. La operación desencadenó una crisis diplomática entre los países de la región.



Segunda, también en marzo: uno de los siete miembros del secretariado, participante en la “mesa temática” que llevó conversaciones de paz de las FARC, Iván Ríos, fue asesinado por su jefe de seguridad personal, "Rojas" y sus ayudantes[], que huyeron entregando al gobierno colombiano la mano derecha, cédula, pasaporte y computador personal del guerrillero.



Tercera: La muerte del “jefazo” Tirofijo”, de infarto, se dijo.


Mientras tanto, “a la chita-callando” la Inteligencia de Colombia venía preparando la “Operación Jaque”, mediando asesoría técnica de la CIA-MOSAD. Colombia-USA-Francia estaban metidas en el asunto. Tres contratistas sudamericanos, policías-militares colombianos y, por supuesto, Ingrid eran el objeto de liberación.



Empezando por la CIA: Unos sofisticados aparatos, made in USA, que envían señales a un satélite detectaron tres rehenes norteamericanos, bañándose en un río de la selva. Los secuestrados estaban localizados.



A continuación, se logró camuflar espías como guerrilleros dentro del grupo selecto de mando. Había ya dentro de las FARC algún infiltrado que facilitó la entrada de otros en la cúpula de jefes. La realidad es que las FARC se habían relajado y no tenían cuidadas sus intimidades.



Después, un plan: Hacer creer a los guardianes del grupo secuestrado, que llegaría en helicóptero una Comisión Humanitaria para trasladar a los rehenes ante la presencia de Alfonso Cano, sustituto de “Tirofijo”, al frente de las FARC, a una cita pactada, para finiquitar el canje.



Finalmente la preparación técnica y psicológica del comando, incluyendo clases de arte dramático.



Es posible, no podía faltar y ya se ha divulgado, que ha habido un millonario y generoso pago a algunos guerrilleros para que entregaran a los rehenes.



Todo salió de película, porque fue grabado el acontecimiento. 12 minutos.




Los guerrilleros vigilantes: el comandante ”Cesar” y “el Gafas”, bastante pardillos, consintieron que subieran esposados los secuestrados al helicóptero y ellos, invitados a supervisar la operación, también lo hicieron. Era una trampa. Golpeados (mirar ojo derecho), fueron reducidos por la falsa Comisión, en realidad un auténtico comando. “Somos el Ejército nacional, están ustedes libres” se dirigió el jefe de la operación a los secuestrados.



¿Por qué Ingrid Betancaourt y Clara Rojas, su asesora en 2002 se habían empecinado en ir a San Vicente de Caguán por tierra, por territorio de la guerrilla, despreciando un helicóptero que le ofreció el gobierno colombiano? El secuestro estaba cantado.



Ingrid, aguerrida y lenguaraz al frente de su rebuscado partido de colorines “Oxígeno verde” había arremetido durante la campaña a las presidenciales colombianas de 2002 contra Samper, Pastrana, el narcotráfico y “toquisque”. No tenía opciones de salir presidenta, pero tenía que hacer algo. ¿Quería ir a la guarida de las FARC a buscar un acuerdo imposible, a sacrificarse o a llamar la atención? Siempre le gustaba que la compararan con Juana de Arco.



Ingrid y su hermana Astrid, hijas de un ministro de Educación colombiano, habían estudiado en Paris con todas las facilidades económicas, como burguesitas bastante juerguistas. Acabada la carrera de políticas, Ingrid se casó con el diplomático francés Fabrice Delloye, de donde le viene la nacionalidad de este país y con él tuvo dos hijos que, ahora en la liberación, ya crecidos, se la han comido a besos.



Pronto se separó del francés, volviendo a Bogotá para zambullirse en la carrera política como predicadora denunciante de la corrupción, que no era poca. Allí se casó con Juan Carlos Lecompte. Tuvo habilidad para despertar el interés en la opinión publica por su lenguaje directo, irreverente y simbólico: reparto de condones y viagra “contra la corrupción”, mítines en los típicos autobuses “Chiva”, huelgas de hambre… ¡Vivaracha ella!





Una corriente de opinión cree que el secuestro se debió a la desatención de Uribe. En Colombia quedó una conmiseración popular hacia Ingrid ¡Pobrecilla!. Uribe, por su parte, ha pretendido que su canje por guerrilleros conlleve la entrega de armas. Las FARC, en cambio, han tenido en ella una impresionante moneda de cambio.



En 2003 hubo un intento de canje a pactar con Edgar Reyes, que se frustró por “errores telefónicos”. Se culpó a los servicios secretos estadounidenses por intervenir las comunicaciones.



En el verano 2003, en Manaus, ciudad en plena amazonia brasileña, aterrizó un Hercules C-130 militar francés, capaz de transportar 90 soldados, pero en aquel viaje sólo llevaba 11 personas a bordo. El avión lo había fletado el ministro francés de exteriores Vallespin sin dar cuenta al resto del gobierno, compinchazo con el embajador francés en Bogotá Daniel Parfait, pareja de Astrid, hermana de Ingrid. Pretendía recoger a Betancourt, liberada de las FARC. Pero, se enteraron los brasileños y el gobierno invitó a los intrusos pasajeros a abandonar el país, al que habían entrado sin permiso. ¡Qué vergüenza!



Jacques Thomet, director de la Agencia Francesa de Prensa en Colombia, en un libro revendido en Francia, que titula “Ingrid Betancourt, ¿Razón de estado o de amor?” cree que los reiterados esfuerzos de Francia por obtener la liberación de Betancourt obedecen a una serie de excitantes historias de alcoba, transformadas en razón de Estado. El ex ministro Vallespín había sido amante de las hermanas Ingrid y Astrid cuando eran estudiantes en París. Además el exembajador de Francia en Bogotá, Daniel Parfait abandonó a su esposa Nicole para vivir una aventura sentimental con Astrid Betancourt. Otro bulo más gordo: Ingrid y el sucesor de “Tirofijo”, el jefe guerrillero Alfonso Cano tienen un hijo.



En fin, toda una novela de suspense al mejor estilo Hitchcock



La verdad es que Francia obsesivamente ha estado por su liberación. Había procurado ya varios intentos, pero todos ellos frustrados: Viaje de Astrid y después de Lecompte a la selva para un contacto con las FARC, el intento del mediador guerrillero Simón Trinidad para pactar una entrevista y que fue detenido por Uribe, el patrocinado por Kofi Anam, también frustrado por Uribe…Todos ellos programados desde Francia.



París, por motivos “de corazón o de Estado” siempre ha sobre reaccionado al secuestro de Ingrid, a la vez que tomaba iniciativas peligrosas sin avisar de ello a Bogotá. La torpeza y la arrogancia francesa, no han hecho más que prolongar la detención de la rehén. Dicen que Francia perdió en Colombia, en el curso de estos dos últimos años, contratos por un monto de 700 millones de dólares (cerca de 570 millones de euros).






Pero ha llegado Sarkozy. De un plumazo ha acabado con el asunto.

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