Se acabó el verano y también la Expo de Zaragoza, tras 93 días, 5,5 millones de visitantes y, dicen, unos exagerados 7.000 millones de beneficios. Los 104 países, sin EE.UU, el Reino Unido y otros, ya están “plegando velas” para irse. ¿Y ahora, qué?


La “serpiente de agua” se salvó por el espectáculo, el escenario y la dulce espera durante el ocaso tranquilo, mirando rio-abajo las simétricas torres del Pilar, iluminadas de amarillo.
Frustrante, en cambio, y amodorrada la subida-bajada por la rampa de la “Torre del Agua”.
Frustrante, en cambio, y amodorrada la subida-bajada por la rampa de la “Torre del Agua”.

Un ascenso por una especie de “torre de Babel” para nada. Imposible una visual amplia del paisaje por la infinidad de barrotes de la fachada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario