domingo, 17 de febrero de 2008

Independencia de Kosovo

Los 150.000 servios de Kosovo, afincados, casi todos, en Mitrovica, a partir de hoy, ya no podrán hacer nada por querer pertenecer a Servia, no podrán boicotear las decisiones de la mayoría albano-kosovar, ni servirá de nada que provoquen una ola de levantamientos violentos, ni van a poder conservar instituciones propias, ya ... serán kosovares.
Quien manda, manda.

¡Servios de Kosovo: o pasáis por el aro o salís por la puerta! Nada más os quedan dos opciones: O os integráis a Kosovo, pareciendo renegados para los servios y advenedizos para los kosovares o vendéis vuestras propiedades y emigráis a Servia. Mejor la segunda opción.
Se acabaron para siempre los barbudos guerrilleros servios por el “campo de los mirlos”.



Kosovo acaba de independizarse. Nunca había sido país, sólo región autónoma y sólo desde la II Guerra Mundial, no por decisión propia, sino del mariscal Tito. Ahora, las Grandes Potencias, que sólo han aceptado independencias en regiones que eran confederadas como las bálticas, las caucásicas, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia en la antigua URSS, las cinco yugoslavas y Checoslovaquia, también achuchan la independencia de regiones autónomas, como Kosovo.

Es un precedente. Cualquier región de cualquier país podrá independizarse, si quieren los Grandes (España a remolque).

Todo empezó un 24 de abril de 1987, cuando el destino torció el camino de los servios hacia la catástrofe. Aquel día, Milosevich, se descubrió a si mismo como político y como líder salvador de los viscerales servios. Aquel discurso de Miloban en Pristina ante la minoría servia, acosada por la mayoría albano-kosovar, inició el camino hacia el precipicio. Encendido en su destino, les prometió a los servio-kosovares: "Nadie volverá a golpearos” y amenazó “allí donde haya un servio estará Servia”. Todo ha salido al revés.

Un año después, mitos, agravios y sueños fueron evocados de nuevo al conmemorar los 600 años de la batalla de Kosovo Poljé o “batalla del Campo de los Mirlos”, donde se sacrificó su rey Lazar y miles de servios tuvieron que emigrar lejos de Kosovo.
“Bienvenido al mundo pequeño vengador de Kosovo” han deseado, desde entonces, generación tras generación, las madres servias, cuando nacían sus hijos.



No sirvió de nada. Kosovo acaba de independizarse de Servia. Servia sigue torcida, se queda sin su región origen. ¡Siniestro 600 aniversario! Servia se queda con la cabeza colgando, cada vez que se levanta. Los mirlos ya vuelan alocados, zombies, por el poljé, que hace 600 años tenía zarzas, espinos y hierba seca y ahora tiene cultivos intensivos para la exportación. Entonces, fueron los turcos jenízaros, que venían como una apisonadora con sus afiladas cimitarras y ahora ha venido la OTAN en "misión de paz", pero sin el permiso de la ONU.

Servia quiso ser imperial, continuó genocida y ha acabado humillada.

¡Servios de Kosovo despediros para siempre del poljé y de los mirlos. Sin mirar atrás!

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