domingo, 30 de marzo de 2008

Mario Conde

Mario Conde ha ido hoy a “La Noria”, programa nocturno de la cadena de TV "La 5".



Cabizbajo, humilde, modesto, preocupado, introvertido, familiar, entrañable, inclinando la cerviz -¡él, que es orgulloso!, ha contado, pero yo no me lo creo:

-que tiene un fondo espiritual desde siempre, pero, la verdad es que siempre fue materialista. Cuéntense sus propiedades, su yate, su glamour y sus fastos…

-que ha visitado un monasterio cisterciense, cuando es sabido que no va por las iglesias.

-que valora mucho a D. Juan y a Juan Carlos, pero luego confiesa que no es monárquico.

-que le atrae el esoterismo, tema del que sabe mucho -“El destino de cada hombre está escrito en las estrellas”, había dicho antes de la caída-. Esto si lo creo.

-se ha sensibilizado al hablar de su mujer. Pero él había dicho:
-“Todo es comprable con dinero”.
-También su mujer?, le preguntaron.
–También mi mujer, contestó”.

-que valora la amistad, la lealtad y cree en las conductas. Pero en el libro de Luis Herrero “El ángel caído” se cuenta cómo entre micción y micción e intercambio de notas en el baño, Mario y el representante de Montédison, llegaron a un acuerdo, durante una cena de trabajo, para repartirse comisiones, inflando el precio de Antibióticos, mientras que su socio y amigo, Abelló, sentado en la mesa, sin necesidades urinarias, era vilmente engañado.

Mario Conde, exquisito, bien vestido, con estilo, engominado, ejemplo de “yuppies”, firme, ambicioso, fue un advenedizo al mundo de la Banca, que no le aceptó. El sistema bancario tenía sus reglas, sus lindes, sus límites y no admitia a intrusos, rapantes.
Fueron los banqueros, rancios, celosos y envidiosos, los que empujaron la intervención de Banesto, del que Mario era presidente.

Banesto acabó en las fauces de otro tiburón de las finanzas, Botín, presidente del Santander. La intervención de Banesto, los juicios y prisión de Mario Conde fueron una venganza político-financiera. Si los grandes Bancos se “picaron”, los políticos vieron en él un competidor. Aznar se imaginó desplazado por este líder de una supuesta ciberderecha neocom y González se vio perdiendo las elecciones. La gran Banca y los políticos le quitaron de en medio.


El día de los Inocentes, 28 de diciembre de 1993, los periódicos se agotaron. Los españoles querían saber, por qué intervinían Banesto y llevaban a la cárcel a su presidente, por qué el modelo de muchos españoles pasaba del “olimpo de las finanzas” a una celda de Meco. Luego vino el calvario judicial y las sentencias.

Mario Conde, inteligente, brillante, talentoso “ha actuado” esta noche en el programa”La Noria” de "La 5" y yo intuyo que toda la entrevista ha sido una comedia, bien representada. A Mario Conde le perdió por un lado, su ambición, no sólo de dinero, sino también de poder político y, por otro lado, su vanidad. Provocó enemistades y resentimientos. Se buscó lo que le ocurrió. Fue insolente y maquiavélico.

Los tribunales le han condenado por apropiación indebida y falsedad de documento. Si los Tribunales de Justicia han probado que ha sido ladrón y falsificador, que cumpla la sentencia, aunque sea guapetón y listo.

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