Villalonga quiere El Real Madrid

Juan Villalonga quiere presidir futbol, quiere sentarse en el palco del Bernabeu a partir del 2010, si gana las elecciones, claro. Se considera sucesor de Florentino Pérez, aquel que no cobraba sueldo del club, el de ACS, el de los galácticos, aquel que apenas ganó nada y salió por la puerta de atrás, haciendo “fffuuuhh”, como el gato. El referente de Florentino sólo es una táctica para recoger a los desquiciados del actual presidente.

Como “entrantes gastronómicos” se ha buscado a Sanchís, a Zidane y , de postre, a Cristiano-Ronaldo, Mesi y Kaká. ¡Todo un reclamo!

Empezó de licenciado en derecho, en económicas, con un máster del IESE, siguió de gestor en Cías. financieras y recaló como presidente de Telefónica, enchufado por Aznar, donde enamoró a todos los accionistas de la teleoperadora. “Por lo bajini”, también es miembro de la Trilateral, que da prestigio y miedo a la vez.

“Pilarista” de joven, sólo cosechaba aprobados, pero era líder en los patios. Ya casado con Concha Tallada, salieron ambos, bufando de “los Aznar”, a pesar de ser, él colega de pupitre de Josemari y ella amiga de banco en las iglesias de la Obra de la “presidenta” Botella.
Fue experto en “stock options”, en “globos-sonda” y en encandilar a bobos, pero suicida en TPI –¡aquellas páginas de color amarillento!- y en Terra Networks, donde “enterró” los ahorros de muchos incautos. Finalmente, dejó el vistoso mundo de las finanzas y a su Concha Tallada por una bien plantada, aunque “pelandusca”, muchacha mejicana, Adriana Abascal, que le quitó al millonario Emilio Azcárraga. Esta, sin duda, ha sido su mejor adquisición.
Ahora quiere el Madrid. Este hombre es insaciable.
¡Cuidado! Es peligroso. Si llega al Madrid lo encandilará como un globo para pinchar y darse el trompazo. Ya quiso comprar el Liverpool y se preparó para presidir el Valencia. ¡Atención madridistas, segundas partes nunca fueron buenas! Pregúntense: ¿Cuándo robó en Telefónica…, cuanto robará en el Madrid? Se hacen apuestas.
Está de vuelta. Solo quiere relumbrón.