lunes, 29 de diciembre de 2008

El año 2008

Por hacer un repaso entretenido del 2008, así como “de rondón”


Obama ilusionó desde las primarias, allá por febrero con su mensaje de cambio, esperanza, optimismo y buenas intenciones, quizás todo ello programado para alcanzar la poltrona. ¡Veremos! Penita para la perdedora, Hilaria, mi preferida, que se tragaba el segundo “marrón” desde el desliz de “su Bill” con la becaria por los rincones de la Casa Blanca. Bush, gracias a la ley de no reelección, que también debería haber en España, se dedicará, por fin, al cuidado de su jardín.



La crisis, más bien depresión o recesión, ha empapado la vida diaria a lo largo del año y, para mí, que a las masas no nos dicen todo su alcance para no asustarnos más. ¡Qué mal gestionan los gobernantes! ¡Arreglados vamos!

Impactante y entretenida fue la peliculera liberación de Ingrid Betancourt , adobada con escabrosos tintes de servicios de inteligencia, espionaje y alta política privada. Va para presidenta en loor de multitudes.

La reina Sofía metió la pata o tal vez fueron sus asesores de la casa real o la propia Urbano o todo estaba planeado. Chirría todo lo relacionado con la inútil institución monárquica en proceso de reconversión para el futuro con el toque populista de la intrusa plebeya, adecentada estéticamente por narices.

Sonó la flauta de Hollywood con el “oscar” a Bardem, que lo celebró con una “mona”, “curda”, que en castellano puro de Valladolid se llama borrachera.

Los españoles sacamos pecho con “nuestra” selección balompédica, manejada por un sabio, y saltamos con júbilo la red tenística. ¡“Pudimos”!



Un esperpéntico “Chiquilicuatre” hizo el indio en el espectáculo cómico, más que artístico, de Eurovisión. Catorce millones de exquisitos europeos no entendieron la “gansada” española. ¿Aquello fue parodia, humorada, gamberrismo…? Su rápida desaparición avala la ausencia de calidad. En el fondo, dinero para el equipo de Buenafuente y audiencia para la cadena. ¡Perrrea, perrrrea…!


Sólo un repaso “de pasada” por el ocho.


También hubo cosas bonitas y agradables, pero no las publico, las susurro.


¡Que en el 2009 no falte el humor!

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