El ministro y la corbata

Ha quedado claro que Miguel Sebastián es, en primer lugar, un ministro mediático y, sólo después, ministro de industria.

Llegado el verano, se ha descolgado con un Plan Energético utópico e irrealizable, aunque “concienciador” y ecológico en línea con la ñoñería de todo lo que sea verde.


Su Plan de Ahorro Energético contiene 31 medidas extravagantes como: reducir el 20% de la velocidad de los vehículos en las ciudades y circunvalaciones, fomentar el uso de vehículo eléctrico -¿el metro?-, sustituir las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo, reducir los aparatos de aire acondicionado a un máximo de 22º, controlar la presión de los neumáticos ahorraría un 3%, apuntar bien con la manguera al depósito del coche en las gasolineras para que no se derrame …, pero la más rebuscada ha sido quitarse la corbata para reducir la sensación de calor. ¡Sólo le faltó decir que una medida de ahorro sería ir en calzoncillos al trabajo!

Para llamar la atención, no para ahorrar, acudió al Congreso sin el “trapo anudado al cuello”, acabando con el aburrimiento de las sesiones al fomentar una serie de anécdotas, como que Bono le regaló una azul en la siguiente sesión o la apuesta con un peneuvista a ver quien se la quitaba antes…¡Sandeces!

En una entrevista, asustado, dijo que “el elevado precio del petróleo se los ponía de corbata”, para chismorrear, a continuación, la satírica revista “EL JUEVES”, que “no puede poner lo que no hay, que no debe confundir los huevos con la pluma”.

¡Buena forma de soslayar la crisis económica la de Sebastián! Además, el Plan, que, ni siquiera, se va a poner en movimiento, cuesta 245 millones de € hasta 2011. Este hombre se entretiene “planeando” con los dineros de todos. Pretende ser el paladín del cambio climático, el Al Gore español sin corbata.

No son medidas valientes. Sería de valientes forzar a USA a firmar el protocolo de Kiotto, bajar la gasolina cuando baja el precio del petróleo, obligar a los constructores de automóviles a limitar en origen la velocidad, poner un impuesto al exceso de consumo en coches de elevada cilindrada, aviones-yet, yates de lujo, investigar en coches de agua, en energías renovables.

¡Hay que aprender de “La Zarzuela”! La casa real ya se está sumando a la moda verde. Sus 1.630 luminarias utilizan ya energías limpias, como la solar. Eso sí, allí la corbata sigue siendo obligatoria.

En fin, un Plan Energético para entretenernos. ¡Hablar por hablar!