viernes, 1 de agosto de 2008

Radovan Karazic ha sido detenido

Radoban Karazic, huido de la justicia internacional, nada más y nada menos que durante 12 años, ha sido finalmente detenido y comparecerá ante el juez del Tribunal Internacional de La Haya.
A las nueve de la noche del 22 de julio los Servicios de Inteligencia Serbios entraban en un autobús y le ponían una especie de caperuza en la cabeza a un hombre de melena y barba blanca, mientras viajaba desde Nuevo Belgrado hasta Batajnica. Era Radoban Karadzic y no se resistió. El “Equipo de Acción” había esperado esta ocasión para detenerle sin causar “daños colaterales”

La última vez que había sido visto en público fue en julio de 1996 en Han-Pijesak, en la Republica Srpska. El Servicio de Inteligencia Serbio le había localizado hacía un mes y le venía siguiendo, pero le faltaban pruebas concluyentes de que se tratase realmente de él

Karazic se ganaba modestamente la vida ejerciendo la medicina alternativa, especialidad de “bioenergía y vida sana” en una clínica privada de Belgrado bajo la falsa identidad de Dragan Dabic, había conseguido ocultar muy hábilmente su identidad y, ni los clientes de la clínica, ni los jefes del centro habían sospechado que se trataba del ex dirigente serbobosnio. Su último domicilio se encontraba en el municipio de Nuevo Belgrado, se movía libremente por la ciudad y frecuentaba los lugares públicos.



Una vez capturado, salen los trapos sucios
El Ministerio del Interior austríaco ha confirmado que Radovan Karadzic, había estado en Viena en mayo de 2007, donde ofrecía sus servicios de curandero para mujeres no fértiles, a las que, si tenían dificultades para quedar embarazadas, les habría vendía cremas naturales contra la infertilidad y contra los problemas de erecciones de sus esposos.

Ese mes de mayo, incluso, fue interrogado por la policía austriaca en relación con un crimen cometido en Viena. En un bar serbio en un barrio obrero de Viena se produjo una pelea, en la cual un hombre le disparó a otro y se dio a la fuga. La policía austriaca registró la vivienda del sospechoso, donde los agentes encontraron a la novia de éste y a un misterioso anciano de pelo y barba largos, que aseguró llamarse 'Petar Glumac'. Este hombre, en realidad, era Karadzic como ahora sabe la policía local. Karadzic les mostró a los agentes sus documentos croatas falsificados al nombre Petar Glumac.
Glumac habría relatado a la policía que se encontraba en Viena para actividades de formación, pero en realidad, llevaba viviendo tres meses en la casa de una familia serbia en Viena.

¿Tan difícil era su localización y detención? Ambas se han producido, cuando las circunstancias lo requerían: Contrapartidas para Servia, necesidad de este país de acelerar su entrada en la UE, imposible sin la entrega de criminales, recordatorio escalonado de hacer justicia contra “los malos”, antes Milosevich, ahora Karazic, y después Mladic y Hadziz.

Todo ha sido calculado: Se produce su captura. El gobierno de Boris Tadić cumple la legalidad. Entrega al servobosnio al tribunal de La Haya. Es trasladado en avión hasta el aeropuerto de Rotterdam (Holanda). Es trasladado después en helicóptero hasta la prisión de Scheveningen. Allí se celebrará el juicio. Un programa “de libro”

Ante el juez deberá defenderse de:
Dos cargos de genocidio;
Cinco cargos de crímenes contra la humanidad;
Tres cargos de violaciones de las leyes de guerra
Un cargo de infracción grave a las Convenciones de Ginebra.

Durante la guerra de Bostnia (1992-1995) era presidente de la República Srpska y ejercía el mando absoluto de las fuerzas armadas serbobosnias. Fue responsable durante el cerco de Sarajevo de la muerte de 10.000 personas, incluidos 1.600 niños, y 30.000 desaparecidos y, también, de la matanza de Srebrenica, en la que fueron asesinados más de 8.000 hombres y niños.



Tras estos hechos, en una entrevista dijo “Los bosnios de Sarajevo no contarán a sus muertos, contarán a los vivos".

El acusado ya ha presentado un alegato en el que denuncia que el gobierno de los Estados Unidos le prometió, durante los Acuerdos de Dayton, inmunidad para no ser juzgado por el TPIY a cambio de retirarse de la vida pública. A lo mejor es verdad, pero no se merece tenerlo en cuenta.

Un criminal menos, que anda suelto.

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